que rompe en mil pedazos la tierra prometida,
arrasando todo a su paso…
Como la leve existencia de un deseo incumplido,
por querer tenerlo ya mismo…
Como el viento huracanado,
que te empuja al infinito,
y no lo puedo controlar…
Así es algunas mi espíritu,
impredecible,
impulsivo,
incapaz de darse cuenta…
que sin quererlo puedo dañar…
sin querer hacerte daño.
Y hoy he roto mi vestido,
al irte a buscar,
entre zarzas y espinos,
busqué,
y no pude hallar…
Y vi., mis manos vacías,
al no poderte encontrar…
No puedo encontrar,
si no se desea ser encontrado,
no puedo consolar,
si no se desea ser consolado…
Prefiero mirar a otro lado,
si con mi impulsividad,
voy a hacer daño…
Porque lo que menos quería,
es causarte ningún daño…
esperó que me perdones,
porque con el corazón te estoy hablando.
Tal vez no sepa entender,
aquello por lo que estas pasando,
y al querer ayudarte,
te cause más dañó…
(Este escrito es nuevo, y tiene un especial mensaje, para una persona muy especial que igual he espantado debido a mi forma de ser e impulsividad)